El Ayuno es un Sacrificio que Debe ir Acompañado por la Justicia y la Obediencia
Isa 58:5 ¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno, y día agradable a Adonay?
Israel en el pasado se reunía para hacer ayuno y esperaba resultados, es decir, esperaba que Elohim escuchara su clamor y atendiera a sus necesidades. Sin embargo, aquel pueblo aunque ayunaba no agradaba a Elohim, por esa razón usó a su profeta Isaías para exhortar al pueblo rebelde que ayunaba Isa 58:1. El problema de Israel estaba en que en los días de ayuno se arrodillaban, lloraban y manifestaban su aflicción, pero una vez terminado este, continuaban su vida de pecado y de injusticia Isa 58:1, pues a aquel pueblo se le olvidó como practicar la justicia Isa 58:2 y cumplir con los mandamientos que Elohim les había dejado Isa 58:2, para que las buenas obras de su justicia fuera vista por los extranjeros e incircuncisos Mat 5:16. Por esa razón, el profeta les recordó la importancia de cuidar la paz, evitar las contiendas Isa 58:4, tratar con justicia al más pobre, a los oprimidos, a aquellos que se habían vendido como siervos para pagar sus deudas, el ayudar a las viudas y huérfanos Isa 58:6-7, así como practicar todos los principios elevados de justicia de Elohim que se resumen en: amar al prójimo como a sí mismo Mar 12:31. Como podemos ver, una vez más salió a relucir esta gran verdad: a Elohim le agrada más la obediencia que los sacrificios de los desobedientes 1Sa 15:22.
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