Oración Final de Ministración.
Adonay Elohim (Señor y Dios), Melej haOlam (Rey Eterno), gracias te doy por estas enseñanzas a través de la cual me permites entender la importancia de la sabiduría para tu pueblo en este tiempo. Te ruego me hagas libre de la insensatez y de la ignorancia, quiero ser un(a) siervo(a) sabio(a) para saber cómo agradarte. Hazme cada día más humilde Prov 11:2 y temeroso(a) de ti Prov 1:7. Llévame al desierto y habla a mi corazón tus palabras sabias Ose 2;14. Te ruego que me des un corazón de siervo(a), pero revélame tu voluntad para ser un(a) siervo(a) entendido(a).
Te ruego que me enséñame tus mandamientos y tus leyes, porque sé con ellos me harás más sabio(a) Sal 119:97-98. Pon tus leyes en mi corazón para que me tengas como uno(a) de tu pueblo Heb 8:10, porque sé que quieres en pueblo perfecto Sal 119:1. Te ruego que nunca falte tu consejo en todas mis decisiones Prov 4:13. Corrígeme y disciplíname todas las veces que sea necesario, porque entendí que tu disciplina deja frutos de justicia y de santidad Heb 12:10-11. Muéstrame mis propios errores para no volverlos a repetir más. Hazme cada día más sabio(a) y entendido(a), porque quiere ser un(a) siervo justo(a), puro(a), santo(a) y perfecto(a) para ti Mat 5:48, Amén.
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