Si no entendemos como ser siervos de Elohim, nunca llegaremos a ser verdaderos hijos para Él
Mat 7:21 No todo el que me dice: Adón/Señor, Adón/Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Los pastores y maestros de las iglesias de hoy tienen confundidos a sus feligreses, pues les hacen creer que todos son hijos de Dios/Elohim, por el hecho de asistir a sus congregaciones y pagar sus diezmos en aquel lugar. Si examinamos de manera minuciosa el contenido del verso Mat 7:21, donde el Adón/Señor Jesús/Yahshúa nos enseña, que para ser siervos no es suficiente con llamarle Señor, sino que el verdadero siervo debe conocer su voluntad y disponer su corazón para hacerla.
Un siervo que no conoce y no entiende cuál es la voluntad de Elohim, no puede ser su hijo, porque todo hijo debe honrar Éxo 20:12 y obedecer a su padre Efe 6:1-2, pero aquel hijo que es desobediente le avergüenza como aquel padre reconocido y admirado, pero que tiene un hijo delincuente y drogadicto Prov 14:13. Entonces, no puede honrar a Elohim como hijo aquel que no guarda sus mandamientos, y por eso lo deshora Prov 17:2.
La parábola del hijo pródigo es una excelente enseñanza de lo que es un verdadero siervo
Para ser hijo de Elohim se requiere cumplir requisitos que un siervo que no tiene corazón dispuesto y entendido no puede cumplir. Nuestro Adón Yahshúa enseñó esto muy bien en su parábola conocida entre nosotros con el nombre de “el hijo pródigo”: Este hijo se caracterizaba por ser solo hijo, pero no era un siervo de su padre, y por eso se fue de la casa, pues no quería estar bajo la sumisión y autoridad de su padre, en obediencia a sus mandatos y a sus mandamientos Luc 15:11-13.
Cuando a este hijo (no siervo) le fue muy mal, y fue fuertemente humillado Luc 15:14-16, entonces comenzó a reflexionar y a actuar como un siervo, y regresó nuevamente a su casa con el deseo de servir a su padre, no como un hijo, sino como uno más de los siervos de su padre, pues ya tenía corazón de siervo Luc 15:17-19. Sin embargo, el misericordioso padre lo recibió como a un hijo, porque se dio cuenta que este ya tenía un corazón de siervo Luc 15:20-24. Así es el Adón, todo aquel que dice ser un hijo suyo y no vive como un verdadero siervo, realmente es un hijo pródigo más, que tarde o temprano pasará necesidad y será humillado de la misma manera. Los hijos que hoy deshonran al padre serán desheredados, pero los siervos que le honran heredarán junto a su hermano mayor Yahshúa el Mesías Salvador Prov 17:2.
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