Un Portero Levita Evaluaba si se Podía o No Acceder al Atrio Exterior.
2Cr 23:19 Puso también porteros a las puertas de la casa de Adonay, para que por ninguna vía entrase ningún inmundo.
Aunque el atrio exterior era el lugar menos santo del templo, eso no quería decir que cualquier persona podía acceder a ese lugar. Así como hoy existen lugares donde colocan avisos visibles en el exterior que dicen: "se reserva el derecho de admisión", indicando con esto que sus propietarios o administradores deciden quién entra o no, al lugar. Con este aviso, el establecimiento le advierte al público, que ese lugar se rige por normas específicas de conducta y protocolos que, si no son respetadas, podrían resultar en la solicitud de abandonar el lugar o, en casos más graves, el llamado a las autoridades competentes.
A través de esta ordenanza donde se impide a los impuros entrar al templo 2Cr 23:19, el Eterno nos enseña que no acepta a cualquiera en su casa Eze 44:6-7, y con más razón aun, no dejará entrar a cualquier persona al lugar santísimo, al lugar de su morada, donde habita el santo de los santos Lev 20:26. De allí que toda persona que anhela entrar al lugar santísimo, tiene que primeramente adquirir los conocimientos más básicos que le permiten acceder al atrio o patio exterior, pero esos conocimientos tienen que ir aumentando, porque se necesita una mayor preparación y santidad para ingresar a los lugares más santos, como el atrio interior, el lugar santo y el santísimo. Mis hermanos, aunque nos hayan enseñado otra cosa con liviandad Jer 6:13-14, esa es la verdad que santífica, aunque parezca complicada Jua 17:16-17.
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