Uno de los propósitos del desierto es producir Angustia, porque la angustia es lo que precede a un genuino y verdadero arrepentimiento
Sal 50:15 E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás.
Cuando Elohim quiere llevar a su pueblo a la liberación y a un genuino arrepentimiento, entonces los hace pasar por tiempos de gran angustia, aflicción, necesidad y dolores de parto, esto es, desierto Deut 4:30, 2Cr 33:10-13, Dan 12:1. El desierto es la mejor manera cómo Elohim produce angustia en el hombre para que se humille, y deje de ocuparse de aquellas cosas a las que antes dedicaba todo su tiempo y le alejaban de Él. El empresario no busca a Elohim porque su empresa es su prioridad. El trabajador no busca a Elohim, porque según él, su trabajo es lo que le sustenta. La esposa no busca a Elohim porque su esposo, sus hijos y su hogar le quitan todo su tiempo. y esto hace a todos idólatras. Elohim para que su pueblo y las naciones dediquen más tiempo para servirle y aprender a hacerlo a través del estudio de su palabra, los está llevando a momentos de angustia, esto es al desierto.
Deut 4:30 En los postreros días, cuando estés en angustia y te sucedan todas estas cosas, volverás a Adonay tu Elohim y obedecerás su voz.
Cuando el Eterno castiga el pecado de los que gobiernan y del pueblo, los lleva a la angustia; y a la restauración le precede la angustia
La conducta de los que gobiernan influye mucho en la conducta de los gobernados. Cuando un gobernante se entrega a pecados abominables que el Eterno aborrece, el pueblo tiende también a caer en las mismas abominaciones 2Cr 33:9. Cuando Elohim quiere traer liberación a esa nación, castiga con dureza el pecado, llevándola a momentos de angustia y aflicción. Esta angustia obliga a los gobernantes y al pueblo a reflexionar y a escuchar el mensaje que el Eterno da a través de sus profetas para traer la restauración 2Cr 33:10.
La oración que se hace en tiempo de angustia produce mayor impacto en el cielo, por cuanto proviene del corazón de uno que se ha humillado
La oración que se hace en tiempo de angustia, es una oración que sale del corazón, y es una oración que no rechaza Elohim 2Cr 7:13-14, porque el Adón no desprecia un corazón contrito y humillado Sal 51:17. En 2Cr 33:9-16, podemos ver como Elohim produjo una humillación y restauración en el rey Manasés/Menashé, quien inicialmente se había extraviado del camino y también hizo extraviar al pueblo 2Cr 33:9. Elohim habló al rey Menashé a través de sus profetas pero en su soberbia no les prestó atención, y por eso Elohim tuvo que llevarlo a momentos de gran angustia, entregándolo en manos de los asirios 2Cr 33:11. Menashé en su angustia reconoció su error y su soberbia, se humilló y oró 2Cr 33:12, y Elohim fue movido a misericordia por causa de su humillación, y lo restauró nuevamente en su trono 2Cr 33:13. Menashé luego honró a Elohim como lo debe hacer todo aquel a quien Elohim ha perdonado y mostrado su misericordia 2Cr 33:13-16.
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